Como algunos especulaban el
puente de Chacao en ejecución por la empresa Hyundai encontró un tropiezo. Algo mas frecuente de lo que uno esperaría en proyectos de gran envergadura, donde cambian las
condiciones de salida, después del diseño.
No vamos a entrar en la reflexión
sobre el famoso paper de “No silver bullet” o que los métodos ágiles son la
respuesta a este tipo de proyecto.
Lo concreto es que un proyecto de
USD 400 millones hoy está cercano a los USD 700 millones.
Debo confesar que siempre he sido
un promotor del puente Chacao, pero eso fue hace 20 años. Por lo tanto, hoy veo
otras prioridades para la isla grande de Chiloe y hasta con sospecha la ejecución de la obra.
Para ser claro si hace 20 años
hubieran construido el puente, ya hubiera cumplido su función con creces,
porque responde a un diseño de conectividad y/o política pública del siglo XX.
Pero hoy en el siglo XXI (20% recorrido), sin
entrar en los números que es donde se ven los datos sin eufemismo (ejercicio que hay que
realizar para un puente o para hacer la lista de compras del supermercado). Hoy a Chiloe los transformaría en
Chilo-e, sin cambiarle el nombre por supuesto.
Chilo-e es conexión por fibra
óptica submarina a internet, al NAP y a otros nodos del mundo (China, USA).
Chilo-e es una escuela de
medicina con un hospital clínico de la misma universidad.
Chilo-e es un centro de
investigación, desarrollo e implementación (I+D+i) de tecnologías avanzadas en
botánica, agropecuaria, ciencias de la salud y telemedicina. Con un programa de
becas, pasantías y una villa habitacional para becados y pasantes con sus
familias.
Ahora, a quien le corresponda
saque cuentas, la inversión, el impacto y la rentabilidad social de cada
proyecto y luego veamos que necesita Chiloe para el siglo XXI ¿un puente o
Chilo-e?
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